Deseos y fantasías

Deseos y fantasías tenemos todos, pero pocos saben diferenciar qué es cada cosa.

Un deseo es lo que quiero hacer.

Una fantasía es lo que soy capaz de imaginarme.

Para que una fantasía se haga realidad  ha de convertirse en deseo, y es por ello que no todas las fantasías son realizables.
Las fantasías pueden ser creativas, teniendo por objetivo enriquecer una relación sexual y despertar el deseo, o pueden hacerte que te desinhibas y que expreses plenamente tu sexualidad.

Los hombres y las mujeres tenemos distintas fantasías:

Ellas:
- Tener sexo con otro hombre (un ex amor, compañero de trabajo, amigo, un desconocido, ...)
- Tener sexo con dos hombres a la vez
- Tener sexo con otra mujer
- Que el hombre le haga sexo oral
- Practicar sexo anal (doble penetración)
- Participar en una orgía
- Exhibicionismo
- Probar el juego de la sumisión, ser atadas, tener los ojos vendados, ...

Ellos:
- Tener sexo con dos mujeres a la vez
- Tener sexo en un sitio público (parking, ascensor, probador de un gran almacén, lugar de trabajo, ...)
- Que la mujer le haga sexo oral
- Practicarle sexo anal a una mujer o que ella le acaricie la zona
- Participar en una orgía
- Voyeurismo
- Probar el juego de la dominación
- Mirar como su pareja se masturba

Como he comentado antes, las fantasías no tienen por qué realizarse. Se puede disfrutar imaginándote una situación que seguramente en la vida real no la realizarías por pudor, cuestión de moralidad o falta de medios para poder realizarla.
Para la imaginación no hay fronteras ni censuras.