La inteligencia sexual

A veces es igual de difícil encontrar, en un hombre o en una mujer, inteligencia sexual que dar con una aguja en un pajar.


La mayoría de los mortales piensan, fruto de la ignorancia y los prejuicios religiosos,  que el sexo o es algo mecánico tan simple como "meter y sacar" o tiene que ir necesariamente emparejado con un sentimiento profundo como el amor.
Ni una cosa ni la otra.


Se puede tener buen sexo sin necesidad de estar enamorado y para hacerlo hace falta algo más que nuestros genitales.


Combinar estos dos puntos tan antagónicos es lo que yo entiendo por inteligencia sexual.


El concepto fue introducido en el 2002 por psicólogos americanos y buscaban concretar las habilidades, que llevan a una mejor vida sexual, adquiridas y desarrolladas con el tiempo y la práctica.
Llegaron a la conclusión de que las claves para desarrollar la inteligencia sexual se concretaban en tres puntos:
  • Identificar las necesidades
  • Superar las inhibiciones
  • Conocerse a sí mismo
Particularmente creo que la última es la más importante y  la que muy poc@s valoran.
Cuando un@ se conoce, sabe cuáles son sus puntos de placer y aprende a comunicárselos a la otra persona, es cuando llega a tener una vida sexual más plena (siempre que la pareja sepa corresponderle).

Ser sexualmente inteligentes no depende de que se nazca buen amante ni tampoco depende de la belleza que se tenga, sino de las habilidades que podamos adquirir y desarrollar con el tiempo.
El buen amante no nace, se hace.